Imagina un pueblo pintoresco a tan sólo 25 kilómetros de la capital oaxaqueña. Se trata de un lugar que es testamento de la conquista de México y de su pasado indígena, en donde las tradiciones milenarias siguen vivas. San Jerónimo Tlacochahuaya en Oaxaca es justamente ese lugar para visitar.
Tiene un encanto propio que lo hace de gran atractivo turístico. No pierde la sensación de ser un lugar secreto y acogedor. Aquí se descubre la esencia real de Oaxaca y de México.
El pueblo de San Jerónimo recibe su nombre por el santo patrono al que está dedicado la ciudad.
Algunas fuentes aseguran que Tlacochahuaya quiere decir “lugar húmero o tierra húmeda” y “a la mitad de la ciénega o pantano”.
Se cuenta que el pueblo fue fundado por un guerrero zapoteco llamado Cochicahuala. Esto se traduce como “el que pelea de noche”.
Sin embargo, durante la conquista, la zona pasaría a ser una encomienda a cargo del señor Don gaspar Calderón.
Las encomiendas eran pedazos de tierra que quedaban a cargo de algún señor español, usualmente poseedor de algún título nobiliario.
Su trabajo era administrar tanto los recursos como a las personas del lugar. Los originarios tenían que trabajar, recibir el evangelio y producir riquezas para la Nueva España. Con el tiempo, la administración pasaría a ser directamente en manos de la corona.
En la zona se asentaron frailes dominicos y ellos dirigían la edificación del templo y del convento en el siglo XVI.
En esta empresa se empleó mano de obra indígena. Esto reluce en los acabados de la arquitectura, así como en los ornamentos internos que dan reconocimeinto al templo.
En la actualidad esto motiva a loss turistas a visitar San Jerónimo Oaxaca, es uno de los destinos favoritos del estado.
¿Por qué es tan visitado el templo y el exconvento de San Jerónimo Oaxaca? Por sus acabados.
Por fuera la fachada de la iglesia es bastante simple en comparación con su exterior. Si acaso destaca la estatua de San Jerónimo escuchando la voz de Dios y las figuras de unos perros que representan a los dominicos como fieles a Dios.
El atrio es simple, aunque presenta algunos atractivos.
Se encuentra delimitado por una barda y contiene una cruz, así como un reloj de sol muy antiguo. A la fecha los habitantes consultan este reloj.
Lo más impresionante está al interior del templo. Tiene muros tapizados con ornamentos multicolor. Flores y diversos follajes enaltecen a la corte celestial de ángeles.
El arte sacro del templo se asemeja a las artesanías textiles, propias de los pueblos indígenas. Le da un carácter único, y así destaca de cualquier iglesia del mundo.
Dentro del templo se puede apreciar un órgano que data del año 1739. El imponente instrumento musical es una obra de arte en sí misma que vale la pena apreciar. Fue restaurado en 1991 y todavía se sostiene con gran esplendor.
El pueblo de San Jerónimo Oaxaca también cuenta con una variedad de festividades dignas de presenciar.
Sus habitantes conservan con orgullo las tradiciones que les han legado sus ancestros. En la actualidad celebran la Guelaguetza en julio, además de la fiesta al santo patrono en septiembre.
En el pueblo de San Jerónimo se encuentra el Cerro de las Azucenas. Ahí se puede obtener una vista hermosa del pueblo.
Cada año los habitantes se reúnen en una fiesta para danzar y agradecer las bendiciones que la Virgen del Carmen les ha otorgado.
La Guelaguetza solía hacerse en honor a los dioses indígenas, con el mismo propósito.
Todavía permanece la misma idea, en una mezcla de ideologías. Se cree que así se le puede llamar a la lluvia y a las buenas cosechas. Entonces se procura cumplir y honrar esta tradición.
El 30 de septiembre es del día de San Jerónimo. En esta fecha, los habitantes del pueblo se dan cita para danzar en el atrio del templo.
La danza más representativa de esta celebración es la Danza de la Pluma, una danza tradicional zapoteca propia de la región de los Valles Centrales.
Aquí los devotos, ofrecen su baile a San Jerónimo, aunque el origen es indígena.
Lo más vistoso de la danza son los trajes tradicionales, lucen por sus colores y por los movimientos rítmicos propios del baile.
Los atractivos de San Jerónimo son muchos. Vale la pena visitarlo si deseas conocer lo más emblemático de Oaxaca.
Su ubicación es cómoda, queda cerca de la capital y es una visita que se puede hacer en un solo día. Es una opción cómoda para los turistas que quieran destinar varios días para visitar Oaxaca.
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