Tradición y fiesta
Entre los habitantes de Oaxaca hay festividades que se consideran ya una tradición. Estas celebraciones destacan por mostrar el impresionante legado festivo. Estas celebraciones destacan por mostrar el impresionante legado festivo del pueblo oaxaqueño a través del folclore, la música, la religión y las artes.
A continuación, te presentamos una lista de 10 festividades que los propios oaxaqueños consideran como eventos imperdibles, experiencias que debes vivir al menos una vez en la vida. Ya conocimos la Guelaguetza, pero también hay otras festividades dignas de mencionar. Estas celebraciones están abiertas al público, permitiendo a los visitantes adentrarse en las comunidades y participar de ellas.
- Velas tradicionales de la región del istmo de Tehuantepec
En la región de Istmo de Tehuantepec, se llevan a cabo bailes velorios en honor a los santos patronos de cada localidad. En Juchitán se dedica a San Vicente Ferrer, en Ciudad de Ixtepec a San Jerónimo Doctor, en Ixtaltepec a Santa Rita y la Asunción de María, en Chihuitan a Santo Domingo y así sucesivamente en cada pueblo, celebrando sus festividades principales. Estas reuniones se llevan a cabo durante las noches y están animadas con bandas de música, grupos musicales y una abundancia de gastronomía típica de la región. Las velas se extienden hasta el amanecer y en todas ellas es obligatorio vestir el traje tradicional de la región.
La entrada a estas festividades es un cartón de cerveza, que se disfruta durante toda la noche acompañado de mistela y mezcal. Entre todas ellas, las velas de mayo son las más famosas y destacadas.
- Las mayordomías
La mayordomía es una forma de devoción a una imagen religiosa que se manifiesta a través de una destacada celebración popular que lleva el mismo nombre. Los encargados de esta festividad, conocidos como mayordomos, se ocupan de organizar todos los aspectos de la fiesta y asumen todos los gastos asociados.
Esta celebración no estaría completa sin un generoso banquete que se ofrece a toda la comunidad, donde se comparten alimentos y se fortalecen los lazos entre los participantes. Es una oportunidad para que todos se reúnan y celebren en un ambiente de alegría y devoción hacía la imagen religiosa en cuestión.
- Semana Santa en Santo Domingo Yanhuitlán
Ahora bien, si deseas sumergirte en una de las tradiciones más arraigadas de la religión católica en la Mixteca de Oaxaca, te recomendamos asistir a las celebraciones de Santo Domingo Yahhuitlán. Este encantador pueblo te recibe con su imponente templo dominico, el cual se llena de visitantes durante la Semana Santa.
Los admiradores de las danzas tradicionales de Yanhuitlán se congregan en el templo para presenciar estas coloridas manifestaciones. Además, el Jueves Santo, el museo local abre sus puertas para que los mayordomos realicen el cambio de vestimenta de los antiquísimos arcángeles, quienes recorrerán las calles del pueblo durante la noche del Viernes Santo. Es una experiencia imperdible para sumergirse en la rica cultura religiosa de la región.
- Los Carnavales
Las montañas nos regalan los coloridos carnavales y aquí destacan dos de los más representativos del estado:
El Silacayoapan, ubicado en la Sierra Mixteca, se celebra un carnaval conocido originalmente como la “fiesta de negros”. En esta festividad, los danzantes representan ser mulatos costeños pintándose con carbón y cenizas, para luego utilizar las máscaras que hoy en día son emblemáticas. La música que acompaña estas celebraciones es la reconocida chilena mixteca, que llena el ambiente de alegría y ritmo.
Por otro lado, el carnaval de San Martín Ticajete es famoso por sus diablos enaceitados con cascabeles, conocidos como “diablos de tinta”. Estos diablos representan una parodia de una boda. Durante este carnaval también se lleva a cabo un concurso de máscaras talladas en madera, que muestra las habilidades artesanales de los talentosos artesanos locales.
- Martes de brujas de Santa Cruz Xoxocotlán
En Xoxocotlán, los martes de brujas se viven durante los 5 martes de la Cuaresma en un festival tradicional. Esta festividad rememora la construcción del templo dedicado a Santa Elena de la Cruz, donde las mujeres del pueblo solían llevar tamales y atoles a los hombres que trabajaban en la construcción de las piedras. En aquel entonces, utilizaban brujas o quinqués para iluminarse, de ahí el nombre de martes de brujas. Hace aproximadamente 40 años, esta tradición se transformó en el festival actual, donde además de disfrutar de tamales y atoles de diversos sabores, se pueden disfrutar de conciertos ofrecidos por artistas locales e internacionales.
- Las muertadas y comparsas
Las muertadas son celebradas los primeros dos días de noviembre. Los cementerios y calles se llenan de música, bailes y disfraces ingeniosos para recordar a aquellos que nos acompañaron en vida pero que nos dejaron.
Las comparsas comienzan alrededor de las nueve de la noche con el desfile de la Comparsa del Día de Muertos. Durante el recorrido, se visitan las casas donde se toca música de banda y se entonan versos chuscos y pícaros relacionados con los personajes y eventos del año.
Este recorrido incluye desfiles, música y actuaciones de personajes característicos como el muerto, la viuda, la muerte, los diablos y los abuelos, entre otros. La noche culmina en la madrugada del 2 de noviembre con la entrada al cementerio, donde se honra a los difuntos y aquellos que llevan disfraces se quitan sus máscaras.
- Fiestas de noviembre en Puerto Escondido
Puerto Escondido, una de las ciudades más jóvenes de Oaxaca ubicada en la costa, se llena de vida en el mes de noviembre con sus festividades que celebran el orgullo de ser costeño. El festival es un derroche de energía con el torneo del pez vela, el Festival Costeño de la Danza y diversos eventos culturales. Además, se disfrutan conciertos de renombre internacional mientras se deleita con bebidas refrescantes, disfruta de las hermosas playas y se maravilla con la luna que ilumina las noches festivas. Es una experiencia inolvidable que combina diversión, cultura y el encanto del entorno costero.
- Día de la Samaritana
El día de la Samaritana se celebra en Oaxaca el cuarto viernes de Cuaresma, tres semanas antes del Viernes Santo. Esta festividad tiene sus raíces en la historia bíblica en la que una mujer le ofreció agua a Jesús en el pozo de Jacob, en la ciudad de Sicar. Oaxaca es el único estado que mantiene viva esta tradición, que consiste en regalar refrescantes aguas de sabores y deliciosas nieves regionales. Los sabores más típicos en la Samaritana son la horchata de arroz, la de Jamaica y la de tuna. También se preparan aguas frescas con chilacayota, una variedad de calabaza cultivada en la región, durante la festividad, la gente coloca grandes ollas que representan los pozos, algunas decoradas con ladrillos reales y otras hechas de papel que simulan ladrillos, todo esto bajo arcos de palma adornados con flores de bugambilia.
- Feria del Tejate
El tejate, es una bebida ancestral elaborada con maíz y cacao, conocida como “la bebida de los dioses”, es un verdadero símbolo de Oaxaca y es por eso que cuenta con su propia feria. Esta festividad tiene lugar durante el Domingo de Ramos en San Andrés Huayapam, ubicado a unos 25 minutos del centro de la Ciudad de Oaxaca.
Durante esta feria, los visitantes tienen la oportunidad de probar y disfrutar del auténtico tejate, así como de conocer más sobre su historia y elaboración. Además, se realizan actividades culturales y tradicionales que resaltan la importancia de esta bebida en la cultura oaxaqueña. Es una celebración que rinde homenaje a la riqueza y tradiciones culinarias de la región.
- La feria de los rábanos
El concurso se celebra anualmente el 23 de diciembre y en él los participantes demuestran su creatividad al realizar diseños utilizando principalmente rábano, totomoxtle o flor inmortal, esta última conocida así por su habilidad para conservar su color incluso después de secarse.
Al final del concurso, se premia a los expositores más destacados en un ambiente lleno de música y esplendor. Esta fiesta ha alcanzado tanta popularidad que se estima que el tiempo de espera para ingresar al área de exhibiciones es de cuatro a cinco horas. Es una celebración que combina el talento artístico, la tradición y la emoción de la competencia, atrayendo a multitudes ansiosas por presenciar las sorprendentes obras de arte hechas de vegetales.