Hay un dicho común alrededor de los chapulines como comida en Oaxaca: “Si comes chapulines de Oaxaca, nunca partirás”
Este manjar prehispánico sólo podrá deleitarte y guardar un lugar junto en tu corazón.
¿Has oído hablar de los chapulines? Podrán parecer simples insectos saltarines, pero en realidad son una comida deliciosa. Si te atreves a probarlos sabrás que tienen un extraordinario sabor.
Continúa leyendo para conocer más sobre esta comida típica de Oaxaca:
¿Cómo los chapulines se vuelven comida? Historia sobre los chapulines
Su primer registro está en el Códice Florentino, escrito por Fray Bernandino de Sahagún. Aquí el Fray redacta las especies de insectos comestibles. Los chapulines estaban entre las 96 especies de ese entonces.
Lo interesante es que en ese tiempo los chapulines se consideraban malos para la salud y se consumían como último recurso.
Los chapulines como comida en México
En México, los chapulines son comida ancestral, con más de 3000 años de tradición.
Los zapotecos, mixtecos y mayas los consumían como remedio para enfermedades digestivas, respiratorias, nerviosas, circulatorias y óseas.
Incluso existe una hazaña que refleja la importancia de estos seres saltarines para las antiguas civilizaciones.
En la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini se ilustra un viaje desde Aztlán hasta Valle de México. Aquí se puede observar un jeroglífico del primer sitio al que llegaron los mexicas.
El dibujo es de un cerro con un chapulín en su cima: Chapultepec, que significa “en el cerro del chapulín”. Los mexicas fueron autorizados para establecerse en ese cerro. Se dice que ahí abundaban chapulines para alimentarse.
En el s. XVI, durante la época de la conquista, los chapulines se vendían como comida en el mercado de Tlatelolco. En la actualidad se ha vuelto una costumbre.
¿Sabías que su nombre viene del náhuatl y significa “insecto que brinca como pelota de hule”?
El origen del exótico sabor de los chapulines
Alguna vez te has preguntado «¿a qué saben los chapulines?» Su sabor es una mezcla de hierbas, chicharrón y camarón. Pero influye mucho cómo se preparan.
¿Cómo se preparan los chapulines?
- Se limpian y se lavan
- Se colocan en un comal caliente
- Se les agrega al gusto: ajo, chile, sal
¡Y listo! Esto resulta en una comida crujiente, picante y salada. Una botana adictiva. Es el cielo para quienes se arriesgan a la cocina extraordinaria.
Estamos seguros de que con solo ver las fotos y videos que te mostramos, se te hará agua a la boca. Con más razón si ya los probaste. Lo mejor de todo es que comer chapulines es altamente saludable, los datos no mienten:
Beneficios nutricionales de los chapulines
Comer chapulines es muy saludable. El 80% de su peso corporal es proteína. Además, contienen grasas saludables, vitaminas A, B y C y minerales como el calcio, zinc y magnesio.
¿Sabías qué la entomofagia es el arte de comer insectos?
Los chapulines en Oaxaca
El chapulín es indispensable para los locales. Los chapulines son cazados en montes oaxaqueños en un proceso 100% natural. Después son vendidos y distribuidos. Se pueden encontrar con mucha facilidad, ya sea en restaurantes o carritos en las calles que los venden como botana.
En Oaxaca se venden apilados en montones sobre cestas de mimbre.
Su costo por kilo varía entre los $70 y $100 pesos. Las calidades más caras son el abdomen y la cabeza, mientras los trozos de pierna o recortes son más baratos.
Legado gastronómico y cultural de Oaxaca
Sin duda los chapulines forman parte de la comida típica. Con este ingrediente se pueden preparar desde sopas y botanas hasta tacos, guisados, panuchos, quesadillas, guacamole, y tlayudas.
Y lo mejor: los chapulines no discriminan. Se han vuelto una creciente tendencia gourmet. Podrás encontrarlos hasta en las mesas más exclusivas.
La próxima vez que visites Oaxaca, no olvides darte una vuelta por los mercados y las calles para probar este deleite culinario.
Imagínate la perfección: un recorrido por el centro histórico mientras compras chapulines con chilito al señor local de la esquina.
Deja de lado los miedos y degusta este sabor tan exótico pero exquisito.
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